sábado, 8 de mayo de 2010

La aventura de ser docente



La gran mayoría de los que practican la docencia aprendieron en un inicio por ensayo y error, sin embrago actualmente un considerable número de docentes han estado incursionando en procesos de formación y capacitación al encontrar en la práctica docente una forma de vida.

Sin embargo considero que la enseñanza como una profesión es enfocada de manera ambivalente, en donde muchos de los que ejercen la docencia lo hacen con responsabilidad y disfrutan de la misma, en cambio hay muchos mas que solo se involucran en ella por considerarla como una fuente de ingreso lo que seguramente les debe generar poca satisfacción al desarrollarla, ya que para ser un buen docente se requiere de compromiso, entrega y responsabilidad, que aprendamos a disfrutarla y a sentirnos satisfechos de enseñar y formar a otros.

La enseñanza es una profesión universal que todo el mundo ejerce: por ejemplo, los padres enseñan a los hijos, los patrones enseñan a sus empleados, los entrenadores a sus jugadores y, por su puesto los maestros profesionales enseñan a sus alumnos.

Por lo comentado párrafos arriba considero que los docentes actuales deben dedicar una cantidad de tiempo para enseñar a los jóvenes. Parte de este tiempo es altamente remunerador, pues ayudar a los estudiantes a aprender nuevas habilidades o adquirir nuevos conocimientos lo que convierte a la docencia en una experiencia especial.

Dedicar nuestro tiempo en la docencia para hacer pensar y sentir a otros, propicia en nosotros sentirnos bien como padre, maestro o dirigente juvenil que contribuimos al crecimiento de un joven.

En relación a lo anterior comparto la opinión de Corbalán al mencionar que las clases deben ser divertidas, con retos cognitivos para los alumnos, actualmente contamos con un amplio bagaje de herramientas para lograrlo.
Sin embargo, como algunos autores refieren, enseñar a los jóvenes también puede ser algo frustrante y lleno de desilusiones, con frecuencia descubrimos que su deseo entusiasta de enseñar no despierta en nuestros alumnos un deseo entusiasta de aprender.

Esteve comenta que al inicio de un tema se pregunta qué sentido tiene el que yo me ponga ante un grupo de alumnos para hablar de esos contenidos, qué les voy a aportar, qué espero conseguir. Al respecto compartimos la misma idea y considero que cuando se logra el aprendizaje verdadero no se olvida, forma parte de ti, porque lo realizas de tal manera que lo integras con lo que tu eres.
La renovación pedagógica actual, es un reto en nuestra práctica docente en donde todos los días aprendemos conocimiento, habilidades, destrezas y está en nosotros el cambio de actitud necesaria para desarrollar la docencia de manera que la podamos disfrutar y sentirnos satisfechos por nuestra labor al ver reflejado en nuestros alumnos un cambio en su aprendizaje, y el ver en ellos desarrollada su capacidad de resolver los problemas de nuestro entorno escolar siempre que existan las condiciones personales y ambientales para ello.

Como lo menciona Santos; la función del profesor no siempre es la misma por el flujo constante de alumnos en cada ciclo y además actualmente el docente cuenta con un caudal de experiencias docentes que le sirve en su práctica diaria.

Es por ello que considero que la motivación es uno de los factores que hacen la diferencia entre la enseñanza que da resultados y la enseñanza que falla, la que da recompensas y la que causa dolor. Pero el factor que más contribuye es el grado de eficiencia del maestro, es la calidad de relación maestro-alumno. En donde las habilidades de comunicación son necesarias para que los maestros podamos llegar a ser eficaces en esta actividad tan compleja y demandante, que requiere compromiso al hacerlo para despertar en otros la motivación necesaria de verse inmersos en el proceso enseñanza-aprendizaje.

Fernando

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